Recuerdo con mucho cariño lo que sentí la primera vez que le vi. No podía parar de mirarle. No me lo podía creer, había algo tan… tan… tan puro en él… como si fuera un niño divino. Es realmente bonito conocer a Diego Montoto.
Recuerdo con mucho cariño lo que sentí la primera vez que le vi. No podía parar de mirarle. No me lo podía creer, había algo tan… tan… tan puro en él… como si fuera un niño divino. Es realmente bonito conocer a Diego Montoto.